Es un día caluroso de verano. Me encuentro reflexionando en la historia que dramatizaron en mi iglesia para el “rincón infantil”.
La historia era sobre Sansón. Uno de los jueces de Israel quien juzgó por 20 años. Esta es una historia muy interesante para chicos y grandes.
La Palabra de Dios nos declara que “El Angel de Jehová se le apareció a su madre” y le comentó todas las cosas que iban a acontecer. Luego ella llamó a su marido y platicó lo que el Angel de había dicho.
Ya que este domingo se celebra en algunos países el día del padre, y en otros se celebró durante esta semana, quiero compartir contigo algo que me parece muy digno de Manoa, padre de Sansón.
- Se preocupó por cuidar correctamente a su hijo antes de nacer. Jueces 13:12
- Temía (respetaba) grandemente al Dios del cielo. Jueces 13:22
- Oraba fervientemente a Jehová. Jueces 13.8
- Se preocupaba por los demás. Jueces 13:15
- Era espiritual. Jueces 13:17
- Era obediente. Jueces 13: 19
Si Sansón hubiera sido tan leal a Dios, noble y espiritual como Manoa, su futuro habría sido otro.
Aunque los hijos muchas veces toman caminos equivocados, el peso del ejemplo del padre caerá sobre sus hombros durante toda su vida.
Este mundo necesita de hombres que tengan en alta estima el privilegio tan valioso y elevado de ser padres. Un privilegio que luego de obtenido, se llevará toda la vida.
Si eres padre, te invito a primero, ser buen hijo, buen cristiano, buen ciudadano, sacerdote de tu hogar.
Si preguntas a Dios como lo hizo Manoa: “¿Cuál debe ser la manera de vivir del niño/a y qué debemos hacer con él/ella?” El te mostrará el camino por donde debes andar.
Haz hoy tuyas estas palabras: «Crea en mí, oh Dios un corazón nuevo, y renueva un espíritu recto dentro de mí».
Autor: Jeser Ordonez-Calderon