Voz de la Esperanza

Mi diálogo con Dios

Mirando a mi parecer un triste atardecer, escuchando las olas del mar rompiendo imponentes sobre las rocas, con el alma compungida y el corazón destrozado por los problemas de esta vida viene Dios, toca mi hombro y se sienta a mi lado.

Como si estuviera enojado con él, quise ignorar su presencia pero una voz cálida y reconfortante me dijo suavemente: «Ven a mí tu que estás trabajado y cargado, y yo te haré descansar».(Mateo 11:28)

Al oír esto con tono frustrante comencé a dialogar con El:

-Yo: Pero Señor, no puedo continuar, las luchas, los pesares…

-Dios: «No luches con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu (Zacarías 4:6), los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que me esperan tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán». (Isaías 40:30,31)

-Yo: Pero y las pruebas Señor, son tan…

-Dios: «Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti».(Isaías 43:2)

-Yo: Y las necesidades, Señor, son much…

-Dios: «Yo, supliré todo lo que te falte conforme a mis riquezas en gloria». (Filipenses 4:19)

-Yo: Pero muchas veces tengo mied..

-Dios: «No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú».(Isaías 43:1),

-Yo: Pero Señor, cuántas veces te he fallado! No puedo creer que me ames tant…

-Dios:» Estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada te podrá separar de mi amor. (Romanos 8:38-39) Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia».(Jer.31:3)

-Yo: Padre, tantos sueños, tantas metas, tan…

-Dios: » Deléitate asimismo en mí, Y yo te concederé las peticiones de tu corazón». (Salmos 37:4)

-Yo: Gracias Padre, aunque no entienda, sé que es lo mejor para mí.

-Dios: «Nunca olvides que yo sé los pensamientos que tengo acerca de ti, pensamientos de paz, y no de mal, para darte el fin que esperas.» (Jeremías 29:11).

Al terminar de hablar, ya era de noche, y al ver el hermoso cielo estrellado dije: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? (Salmos 8:4)

Autor: Jeser Ordonez-Calderon